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Arveja proteaginosa y sus posibilidades en alimentación animal

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Santiago, Chile
June, 2008

Source: Tierra adentro No. 79 Mayo-Junio 2008
Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)

Arveja proteaginosa y sus posibilidades en alimentación animal
Mario Mera K., Ingeniero Agrónomo Ph.D, INIA Carillanca
Juan Tay U., Ingeniero Agrónomo M.Sc., INIA Quilamapu
Juan Carlos García D., Ingeniero Agrónomo, Universidad de La Frontera

La arveja es una opción más para producir proteína en el país y aumentar la competitividad de nuestras industrias del salmón, porcinos y aves, contribuyendo al mismo tiempo al mejoramiento de la agricultura de la zona sur.

Es sabido que la demanda por proteínas en el mundo va en aumento y, siguiendo esta tendencia, varias industrias chilenas (salmonera, porcina, avícola, entre otras) buscan fuentes proteicas más económicas. La mirada se ha puesto en la proteína vegetal, recurso renovable que puede sustituir parte importante de la proteína animal usada actualmente.

La zona sur se vislumbra como la de mayor potencial para producir granos proteicos. Algunos piensan que La Araucanía podría ser la capital de la proteína vegetal en Chile. Efectivamente, la región puede producirla a un precio no sólo menor que el de la proteína animal, cuyo mayor precio se justifica por una mayor calidad, sino también menor que el de proteínas vegetales producidas en el extranjero, en particular la contenida en la harina de soya. Prueba de ello es que la industria chilena de alimento para salmones ha incorporado en forma creciente el grano de lupino.

¿Con qué cultivos podemos producir proteína?

Hay varias opciones, y es bueno que así sea porque la zona sur tiene sectores con condiciones agroclimáticas diversas. Entre las leguminosas, las dos especies de lupino actualmente cultivadas, Lupinus albus, o blanco, y L. angustifolius, comúnmente llamado “australiano”, presentan ventajas, pero también algunas desventajas. Entre estas últimas están: la menor adaptación a sectores de bajas temperaturas, con menos meses disponibles para el desarrollo del cultivo (que es particularmente largo en el caso de lupinos blancos de crecimiento indeterminado); enfermedades de difícil control, y bajo potencial de rendimiento. Otra opción puede ser el lupino, L. luteus (de flor amarilla), pero falta información sobre su comportamiento. También es posible producir proteína con especies no leguminosas, como el raps, lo cual es viable cuando hay un uso primario (aceite) y la proteína se concentra en el subproducto.

Full article: http://www.seedquest.com/forum/articles/i/inia_chile/2008/ArvejaProteaginosa.pdf (PDF)

Reprinted with authorization from Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)

 

 

 

 

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