Madrid, Spain
September 18, 2008
Source:
Fundación Antama
Varios expertos han coincidido hoy
en que la agricultura del siglo XXI necesita un uso
"responsable" y "adecuado" de la biotecnología así como unas
buenas técnicas de cultivo para cubrir las demandas de la
sociedad y ofrecer valores añadidos en alimentación y sanidad.
Así lo han puesto de manifiesto en la mesa redonda
"Biotecnología y Agricultura: Cultivo de Variedades MG y
Sostenibilidad de la Agricultura Española", que ha tenido lugar
hoy en el marco de la feria
Biospain 2008, que se
celebra hasta mañana en el Palacio de Congresos y Exposiciones
de Granada.
El jefe del Área Biotecnológica Varietal de la Oficina Española
de Variedades Vegetales, José Ignacio Ortega, ha reconocido
durante su intervención que la biotecnología ha sido capaz de
cubrir la demanda de la población e incrementar el consumo de
proteínas. Además, ha hecho hincapié en que puede satisfacer
esta demanda y que los ciudadanos pueden confiar en las
autoridades sanitarias.
Ortega ha detallado que en España en los últimos diez años 478
variedades de maíz modificado genéticamente (MG) han sido
solicitadas para su inscripción en el registro de variedades
comerciales, mientras que son 66 las inscritas en la actualidad
y que contienen el evento MON 810 resistente a la plaga del
taladro.
Para Ortega este maíz está aportando un incremento del
rendimiento en las zonas donde se registra esta plaga, ha
disminuido el contenido de micotoxinas en grano y ha reducido el
coste en el tratamiento de insecticidas, si bien ha reconocido
inconvenientes como los posibles problemas de coexistencia o el
incremento en el coste de semillas.
Por su parte, Emilio Rodríguez, miembro del Servicio Científico
Interno de la Comisión Europea (CE), se ha referido a la
restricción actual en el acceso al mercado de materias primas
agrarias y ha asegurado que el mayor problema existente es la
complejidad en los procesos de aprobación de OGMs a nivel
comunitario, siendo el sector ganadero uno de los principales
afectados por esta medida.
Ha destacado que la biotecnología aplicada a los cultivos ha
dado lugar a un incremento de los rendimientos asociado a una
reducción de pérdidas para los agricultores, además de un menor
uso de fitosanitarios.
El coordinador del grupo de trabajo Agricultura y Medio Ambiente
en la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Jaime Costa,
ha lamentado que los procesos de aprobación en la Unión Europea
(UE) sean la barrera más importante a esta tecnología y ha
afirmado que probablemente es la evaluación "más estricta del
mundo".
"Se concede más importancia a los posibles riesgos del cultivo
de OMGs que a los riesgos reales", ha añadido Costa, quien ha
subrayado que el control de las plantas MG antes, durante y
después de la autorización respalda sus sostenibilidad
ambiental.
El secretario de Agricultura de UPA en Sevilla, Javier
Fernández, ha considerado que la biotecnología va a defender los
intereses de todos y especialmente los de los agricultores en
vías de desarrollo y ha recalcado que permitirá la subsistencia
del sector en la UE tras la reforma de la Política Agraria
Comunitaria (PAC).
Ha reclamado contar con las mismas herramientas que el resto de
competidores a nivel mundial y mayor libertad para decidir si
apuestan o no por esta tecnología, que, en su opinión, será una
herramienta fundamental para una agricultura más sostenible y
respetuosa con el medio ambiente y la salud de los productores. |
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