Madrid, Spain
April 28, 2009
Source:
Fundación Antama
La ingeniería genética, que ya
está presente en 25 países de todo el mundo, es vista en muchas
ocasiones como una tecnología polémica, especialmente en Europa.
Para analizar la opinión de los ciudadanos la Comisión Europea,
así como los institutos y organismos nacionales, realizan
periódicamente encuestas de tendencias.
Estas encuestan muestran que muchos de los consumidores europeos
no tienen aún opinión sobre los transgénicos, y sitúan el “uso
de transgénicos en la agricultura” como el segundo tema con
máximo déficit informativo. Así lo refleja el Eurobarómetro de
2007 en el que el 34% de los encuestados afirmaron no tener la
información necesaria como para tener una idea clara y
argumentada sobre esta tecnología.
La última encuesta realizada en 2008 por el Instituto Británico
de Ultramarinos afirma que el 58% de los encuestados se declaró
neutral o sin información suficiente para tener opinión respecto
a los organismos modificados genéticamente. Además, los
encuestados no vieron relación causa-efecto entre los
transgénicos y cualquier problema ambiental.
El Eurobarómetro de 2005 muestra que el 42% de la opinión
pública europea apoya los alimentos modificados genéticamente.
Además, el 44% de los encuestados declararon que comprarían
alimentos transgénicos si se aprobaran por las autoridades
pertinentes. El mismo estudio refleja que sólo el 27% de los
europeos están plenamente a favor de los alimentos transgénicos,
un 5% más que en el mismo estudio de 2002.
Menor escepticismo, mayor confianza
El escepticismo ante esta tecnología cada vez es menor, y cada
vez se demanda más información clara y no politizada. Además, la
opinión es más favorable cuando se pregunta a los consumidores
sobre las cualidades específicas de las plantas modificadas
genéticamente. En 2005, el 51% de los clientes europeos
encuestados declararon que comprarían alimentos transgénicos ya
que contienen menos pesticidas que los convencionales.
El Instituto de Distribución de Alimentación en el Reino Unido
afirma que la ingeniería genética es vista por el 52% de los
encuestados como una importante herramienta para luchar contra
la creciente escasez mundial de alimentos. Además, el 47% de los
encuestados cree que sería una solución para condiciones
meteorológicas extremas consecuencia del cambio climático.
Dentro del proyecto de investigación "Consumerchoice",
financiado por la Comisión Europea, se realizaron encuestas
sobre este tema en 2006 y 2007. Los resultados reflejaron que
sólo el 20% de los ciudadanos de los países en los que se venden
alimentos modificados genéticamente (República Checa, los Países
Bajos, Polonia y España) evitan activamente tales productos.
Falta de información, falta de opinión
Las encuestas muestran que mientras que hoy los consumidores
europeos pueden tener reservas sobre los productos modificados
genéticamente, esto no debería ser considerado como una negativa
de estos productos. En su conjunto, los estudios y ensayos de
compras han demostrado lo contrario.
Todavía hay una gran demanda de información sobre los OMG con
sólo una pequeña porción de la población actual que ya ha
formado una opinión definitiva al respecto. Más del 40% de los
consumidores encuestados que consideran que tienen una opinión
formada sobre los productos modificados genéticamente, habla
positivamente de ellos. |
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