Madrid, Spain
February 23, 2009
Source:
Fundación Antama
El Grupo de agricultores españoles
Probio, a través de un manifiesto salido hoy a la luz, exigen
que no se pongan frenos al progreso tecnológico para poder así
competir en condiciones de igualdad a nivel nacional e
internacional. Además, apuestan por una clara y veraz
información sobre los organismos modificados genéticamente
basada exclusivamente en argumentos científicos y no en
intereses políticos ni económicos.
Así de contundentes se han mostrado los agricultores días antes
de que la Comisión Europea someta a votación la autorización
para el cultivo de dos nuevas modificaciones genéticas de maíz
(cada una de las cuales podría ofrecerse al agricultor en
múltiples variedades), el Bt11 y el 1507 resistentes al taladro,
comercializadas por Syngenta Seeds y Pioneer Hi-Bred,
respectivamente. El Comité Regulador, formado por expertos de
los veintisiete países, debe pronunciarse al respecto y lograr
una mayoría cualificada para que la Comisión Europea pueda
adoptar la decisión.
En esta línea, el Ejecutivo comunitario ha pedido también que se
retire la prohibición de cultivo de la modificación genética
MON810 en Grecia, Francia y Hungría ya que, según explicó el
portavoz Michel Mann, la EFSA (Autoridad Europea para la
Seguridad Alimentaria) ha asegurado que “no existe ningún de
riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente”. Esta
modificación genética es la que actualmente se cultiva en España
con múltiples variedades ofrecidas por varias empresas.
La aprobación del cultivo de estas dos nuevas modificaciones
genéticas, así como la supresión de las prohibiciones del
cultivo en ciertos estados miembros, supondría un gran impulso
hacia esta tecnología facilitando más opciones a los
agricultores europeos. En 2008 los cultivos biotecnológicos en 7
países de la Unión Europea superaron las 107 mil hectáreas, lo
que representa un aumento del 5% respecto al año anterior.
España se encuentra a la cabeza europea de cultivos transgénicos
superando las 75 mil hectáreas durante 2007 y sobrepasando las
79 mil hectáreas en 2008 . Los cultivos de maíces transgénicos
representan en España el 22% de la superficie total de maíz.
En 2008 estos cultivos han supuesto un ahorro estimado en más de
47.000 millones de litros de agua en un año en el que la sequía
ha azotado todo el país. Además, el incremento en la producción
ha permitido que la importación de maíz disminuyera en más de 95
millones de Kg.
Pese a este importante progreso y al gran apoyo por parte de los
agricultores europeos, y después de once años de cultivos
continuados de organismos modificados genéticamente en España,
el 23% de los europeos afirma no haber oído hablar nunca de
estas variedades, mientras que el 20% no conoce lo suficiente
para hablar sobre ellas .
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