July 16, 2009
Source:
SciDevNet
by Zoraida Portillo
Peru has prevented several foreign
companies from taking out patents on products by demonstrating
that they were developed using the traditional knowledge of
Peruvians.
Over the past few months, the Peruvian National Commission
Against Biopiracy has shown authorities from France, Japan,
Korea and the United States that products submitted for patents
were developed using the traditional knowledge of Peruvian
people.
It showed that the products lacked the innovation and
inventiveness required for patents.
"This is a good example of how coordinated action between the
state, the business sector and civil society can prevent
inappropriately granted patents related to genetic resources and
traditional knowledge," Andrés Valladolid, technical coordinator
at the commission, told SciDev.Net.
The products are derived from Lepidium meyenii, Plukenetia
volubilis Linneo and Myrciaria dubia — three plants well known
among indigenous Peruvian populations for their medicinal
properties.
"I suspect a lot of developing countries will be quite impressed
by what Peru has achieved and may consider doing something
similar by establishing a department to investigate biopiracy
allegations," says Graham Dutfield, professor of international
governance at the University of Leeds, United Kingdom.
"Some will say that the refusal of the patents shows how well
the patent system can operate. Consequently, it is a matter of
monitoring the situation and gathering prior evidence to attack
questionable patent applications," Dutfield adds.
"Others will say that since not every country is going to make
as much effort as Peru to challenge bad patent applications, the
lesson to be learned is that the patent system effectively
promotes biopiracy — and needs serious reform to avoid the
misappropriation of traditional knowledge."
The commission monitors 69 Peruvian genetic resources on
databases at the world's main patent offices. "We don't want to
forbid companies from using our genetic resources or traditional
knowledge — but they have to reward the indigenous people
fairly," Valladolid says.
But Michel Pimbert, director of the Sustainable Agriculture,
Biodiversity and Livelihoods programme at the International
Institute for Environment and Development, is sceptical about
the likelihood of such rewards as, he says, indigenous people's
own national governments often do not recognise their rights as
citizens.
"It would be naive to think that national governments would
automatically share benefits with local communities when
biopiracy is prevented or compensation obtained," he says.
Perú logra
asestar golpe a biopiratería
Perú ha impedido que algunas
compañías extranjeras obtengan patentes de productos al
demostrar que fueron desarrollados usando los conocimientos
tradicionales de los indígenas peruanos.
En los últimos meses, la Comisión Nacional contra la
Biopiratería de Perú demostró ante las autoridades de Francia,
Japón, Corea y los Estados Unidos que los productos para los que
solicitaban patentes fueron desarrollados usando el conocimiento
tradicional de los nativos peruanos.
La documentación presentada demostraba que los productos
carecían del nivel de innovación e invención requeridos para
obtener las patentes.
“Este es un buen ejemplo de cómo trabajando coordinadamente
entre el estado, el sector empresarial y la sociedad civil se
puede impedir el otorgamiento inapropiado de patentes
relacionadas con los recursos genéticos y el conocimiento
tradicional”, dijo a SciDev.Net Andrés Valladolid, Coordinador
de la Secretaría Técnica de la Comisión.
Los productos eran derivados de Lepidium meyenii, Plukenetia
volubilis Linneo y Myrciaria dubia, tres plantas muy conocidas
entre los pobladores indígenas peruanos por sus propiedades
medicinales.
“Sospecho que muchos países desarrollados quedarán impresionados
por lo que Perú ha logrado y considerarán hacer algo semejante,
mediante la creación de un departamento para investigar las
denuncias sobre biopiratería”, comentó Graham Dutfield,
catedrático de gobernabilidad internacional en la Universidad de
Leeds, en el Reino Unido.
“Algunos dirán que la negativa a otorgar las patentes demuestra
lo bien que puede trabajar el sistema de patentes y en
consecuencia, se trata de monitorear la situación y recolectar
evidencias previas para hacer frente a las solicitudes de
patentes dudosas”, añadió Dutfield.
“Otros dirán que dado a que no todos los países van a hacer los
esfuerzos que ha hecho el Perú para impugnar las patentes en
duda, la lección que se saca es que el sistema de patentes
efectivamente promueve la biopiratería y necesita serias
reformas para impedir la apropiación indebida de los
conocimientos tradicionales”, afirmó.
La comisión monitorea rutinariamente 69 recursos genéticos
peruanos en las bases de datos de las principales oficinas de
patentes de todo el mundo.
“No queremos prohibir a las compañías el uso de nuestros
recursos genéticos o conocimientos tradicionales, pero sí tienen
que recompensar de manera justa a los pobladores indígenas”,
aclaró Valladolid.
Pero Michel Pimbert, director del programa de Agricultura
Sostenible, Biodiversidad y Medios de Subsistencia del Instituto
Internacional para el Medio Ambiente y Desarrollo, es escéptico
sobre las probabilidades de este tipo de reconocimientos debido
a que –en su opinión– los propios gobiernos nacionales a menudo
no reconocen los derechos como ciudadanos de los pueblos
indígenas.
“Sería ingenuo pensar que los gobiernos nacionales
automáticamente compartirán sus beneficios con las comunidades
locales cuando se impida un caso de biopiratería o se obtenga
alguna compensación”, subrayó. |
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