Almería, Spain
June 5, 2009
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Nuevo
parásito para la plaga del pulgón |
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BIOMIP, EBT surgida de la
Universidad de Almería y
dedicada a la producción y comercialización de insectos
auxiliares para la agricultura, ha logrado producir un nuevo
parásito resultante contra la plaga del pulgón, una de las más
pronunciadas en los invernaderos de la provincia. Conocido bajo
el nombre de Lysiphlebus Testaceipes, es un Himenóptero
bracónido. Una diminuta avispa parásita que actúa contra este
tipo de plagas dañinas en la mayor parte de los productos
hortofrutícolas.
En la actualidad, ya existe un insecto que actúa contra el
pulgón, sin embargo, según Manuel Pérez, gerente de BIOMIP, «no
está dando resultados satisfactorios y en la mayoría de las
casos tenemos que acudir a los fitosanitarios para acabar con
esta plaga». El principal problema por el que este parásito no
responde bien a la plaga es porque «el pulgón se desarrolla
cuando la temperatura es más elevada, es decir, de unos 25
grados centígrados hacia arriba, mientras que el Aphidius
Colensani, insecto que se emplea ahora mismo, no soporta
temperaturas mayores a los 18 grados, por lo que no se
desarrolla bien».
Entre las novedades aportada por BIOMIP con este nuevo enemigo
natural destaca la espectacular adaptación de esta especie a las
condiciones ambientales del interior de los invernaderos. Este
insecto se desarrolla de forma óptima con temperaturas
superiores a 25ºC y llega a completar su ciclo biológico en
menos de 14 días a una temperatura de 30ºC debido a que
Lypsiphlebus testaceipes es originario de Centro y Sudamérica,
aunque su introducción en Europa se produjera en 1972.
Su mecanismo de acción es simple, cuando el huevo madura, emerge
una pequeña larva que provoca la muerte de su hospedador
trasformándolo en una momia. De hecho, otra de las novedades
aportadas es el modelo de comercialización de este producto, que
se distribuye en forma de momias infectadas y dosificadas en
sobres de papel especial de los que siempre emergen más de 100
adultos, facilitando su distribución en el invernadero.
Por último, BIOMIP se ha encargado de desarrollar el protocolo
normalizado de Control de Calidad de esta especie. Esta
herramienta permite determinar el número de insectos vivos y
muertos, el número de adultos y la cantidad de hembras
contenidas en los envases, así como, la cantidad de adultos
emergidos de las momias y su capacidad de movimiento. Todos
ellos son parámetros que inciden directamente en el producto
final ya que permiten un permanente y riguroso control de la
calidad del producto. |
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