Madrid, Spain
June 15, 2015
La cadena agroalimentaria europea ha vuelto a rechazar el freno europeo a la innovación y la competitividad con regulaciones sobre organismos modificados genéticamente (OMGs) demasiado restrictivas en las que además de la ciencia puede hacerse valer argumentos ideológicos o políticos. Tras el rechazo público del pasado mes de abril, The Food and Feed Chain Coalition (FFC) ha denunciado que la postura escéptica de la Unión Europea ante la biotecnología agraria afecta directamente contra la cadena alimentaria animal y humana.
Según resalta el comunicado, la biotecnología agraria y alimentaria ha sido adoptada en muchas partes del mundo en los que la libertad de elección han convertido a los cultivos modificados genéticamente en un elemento clave para el suministro de la alimentación humana y animal. La cadena agroalimentaria europea rechaza que la Unión Europea esté frenando el desarrollo y la disponibilidad de OMGs sin tener agrumentos científicos que justifiquen dicho freno.
La fiabilidad de la cadena alimentaria europea se está viendo socavada añadiendo graves riesgos comerciales para los operadores, mayores costes de suministros y rupturas comerciales. La propuesta de una nueva normativa sobre el uso de OMGs en el que cada país pueda decidir en base a argumentos no científicos, marca un precedente preocupante en el marco comunitario al dejar que la política sea prioritaria frente a las evidencias científicas.
En este contexto, la cadena agroalimentaria europea esboza los pilares que deberían guiar a la política europea sobre OMGs, una regulación que debería basarse en la evidencia científica y que contribuya a la competitividad y sostenibilidad europea. Los pilares exigidos en materia de OMGs son:
- Que todo aquel producto que sea científicamente seguro sea aprobado a nivel comunitario.
- La aplicación correcta de la legislación vigente cumpliendo los plazos establecidos.
- Establecer medidas que faciliten el comercio internacional.
- Acciones de comunicación sobre riesgo y seguridad para generar confianza en el consumidor.
- Defender y mantener un marco regulatorio eficiente y previsible.
La cadena agroalimentaria europea reconoce que ninguno de estos requisitos se están cumpliendo por completo a día de hoy en la Unión Europea. Para cumplirlos sólo es necesario aplicar con rigor y de forma adecuada la legislación vigente, mejorando así la seguridad jurídica. Además los firmantes consideran que dejar de lado las evidencias científicas en la toma de decisiones es perjudicial para el crecimiento, la innovación y la inversión, así como para la confianza y seguridad del consumidor.
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