Argentina
May 4, 2007
Source:
ArgenBio
Las zonas más aptas para cultivar
especies que sirven para fabricar biocombustibles generan
atención.
En el
INTA están elaborando un
Atlas para que los productores, científicos y gobiernos
provinciales puedan estar al tanto de cuáles son los múltiples
factores que influyen a la hora de sembrar y cultivar las
diferentes especies. En medio de la polémica por el
calentamiento global y la demanda creciente de energía, la
opción de producir combustibles “amigables” para el medio
ambiente se hace cada vez más tentadora a nivel mundial. Y las
especies vegetales –que forman parte de la biomasa– adquieren
cada vez más protagonismo.
Por ello, un grupo de
investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA) está realizando un Atlas de las zonas aptas para cultivar
especies que son clave para la producción del bioetanol o
biodiésel en la Argentina.
“Hacia 2020, el 25% de la energía
que se consumirá en el mundo provendrá de fuentes renovables, y
el 80% de ese sector provendrá de la biomasa”, destacó la
investigadora del INTA Stella Carballo, durante una reunión
organizada esta semana por el Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI). Allí señaló que la caña de azúcar, el maíz o
la jatropha (una especie venenosa que no sirve de alimento) son
algunas de las especies más prometedoras. Fronteras.
En la Argentina se utilizan 30
millones de hectáreas para cultivos de alimentos (un 11% del
territorio nacional), pero para producir biocombustibles a
partir de especies vegetales se debería evaluar la posibilidad
de expandir la frontera agrícola ya existente. ¿Cuál es entonces
la mejor zona para cultivar una especie con potencial
bioenergético?
Las precipitaciones, las
temperaturas, los suelos y las variables económicas y sociales
hacen que una región sea más o menos apta.
El equipo de investigadores, bajo
la coordinación del director del Instituto de Ingeniería Rural
del INTA Castelar, Jorge Hilbert, está en pleno proceso de
recopilación de esos datos. El Atlas estaría listo en unos diez
meses. La meta final, el Atlas, reunirá por primera vez toda la
información disponible sobre las regiones más –y menos– aptas de
la Argentina en materia de biocombustibles.
“Brindará información detallada
por especie cultivable, y por provincia, excepto la Patagonia”,
dijo Carballo.
En todo el mundo, Africa y
Latinoamérica lideran el ranking de países con tierras
disponibles para cultivos útiles en la producción de
biocombustibles. La gran pregunta es hacia dónde avanzará la
frontera agrícola.
En la Argentina, los bosques
cubren unos 90 millones de hectáreas del territorio nacional;
100 millones son ocupadas por los pastizales; 55 millones son
tierras no aptas; y sólo 1,5 millón son “áreas protegidas”. Para
Stella Carballo, es posible incursionar en nuevos terrenos de
cultivo en el centro y norte del país pero destacó la
importancia de hacerlo de una manera sustentable. |